El característico color amarillo y negro de los taxis de Barcelona es uno de los iconos más reconocibles de la marca de la ciudad. Hoy vamos a investigar sobre el origen de esta llamativa combinación de colores.
Para ello, hemos de retroceder al pasado, concretamente a la segunda mitad del siglo XIX para encontrarnos una ciudad en plena ebullición y plenamente inmersa en la Revolución Industrial.
Por sus calles empiezan a convivir -con más caos que orden- los coches de caballos y los primeros vehículos a motor con que la burguesía de la ciudad se mueve ostentosamente por las recién inauguradas calles del Ensanche tras la expansión de la urbe merced al Plan Cerdá.
Los primeros vehículos en ofrecer el servicio de taxi aparecen ya en la década de los 60 del siglo XIX y pronto empezaron los conflictos (ya ven que la historia se repite) hasta el punto que el ayuntamiento hubo de regular la actividad.
En 1864 se publicó el primer reglamento para unificar la normativa del servicio que incluía la obligatoriedad de instalar un taxímetro y pintar una banda horizontal bajo la ventana para identificar el tipo de servicio; dependiendo del color de la banda el precio por kilómetro era diferente yendo del color blanco (el más económico), al rojo o amarillo (precios intermedios), y el azul (el más caro).
Esta normativa estuvo funcionando hasta las Exposiciones Universales de 1898 y 1929 que supusieron la llegada masiva de turistas (¿hemos dicho ya lo de la historia que se repite?) y el rebrote de los conflictos en el gremio, que a esas alturas contaba con 4.000 vehículos rodando por la ciudad, en una búsqueda (no siempre exenta de trampas y competencia desleal) de clientes por las calles de Barcelona.
La nueva normativa entró en vigor en 1934 y establecía la unificación de tarifas y un único color para todos los taxis que diesen servicio en la ciudad.
La elección del color amarillo se debe únicamente a efectos prácticos; pocos años antes, la compañía de coches de alquiler Hertz había encargado un estudio para averiguar cuál es el color más visible en la distancia. Bingo.
El amarillo se combinó con el negro al ser éste el único color de los coches por aquellos años.
A raíz de dicho estudio el color amarillo pasó a ser el color corporativo de la multinacional hasta nuestros días. Y su compañía de taxis, la Yellow Cab, pintó sus vehículos de Chicago y Nueva York del mismo color.
Cabe resaltar que Barcelona no es la única ciudad del mundo cuyos taxis lucen esta peculiar combinación de colores. Rosario y Buenos Aires en Argentina, y Santiago, capital de la República de Chile, también cuentan con taxis amarillos y negros rodando en sus calles.
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.
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