Hulk Hogan aprendió por las malas que llevar una pistola sin registrar por Nueva Jersey podía convertirse en un deporte más arriesgado que cualquiera de sus combates. Y lo descubrió en compañía de dos compañeros de profesión que preferían jugarse una noche en el calabozo antes que pronunciar una frase en un idioma que dominaban perfectamente. La escena combinaba la estricta ley de armas del estado con la obsesión por mantener un personaje y un toque de absurdo digno de una comedia involuntaria.
Hulk Hogan, Nueva Jersey y una pistola sin registrar
A finales de los años setenta, cuando Terry Bollea aún estaba construyendo el andamiaje que acabaría sosteniendo al fenómeno llamado Hulk Hogan, las carreteras del país eran un desfile constante de funciones, maletas raídas y moteles sin encanto. En uno de esos trayectos, ya de noche cerrada, viajaba con Afa y Sika, conocidos en el ring como los Samoanos Salvajes: imponentes, feroces y descalzos ante el público, pero tan compañeros de carretera como cualquier otro colega empeñado en llegar a tiempo al siguiente bolo.
La rutina cambió en un instante cuando un agente de tráfico los detuvo en una autopista de Nueva Jersey. Todo parecía una simple comprobación hasta que la guantera, caprichosa y traicionera, decidió intervenir. Al abrirla, cayó una pistola recién comprada por Hogan, quien tenía la intención —o al menos eso aseguraba— de registrarla en breve. La normativa del estado no era, sin embargo, amiga de los despistes. Allí, llevar un arma sin los papeles en regla era casi una invitación directa a los problemas.
El policía, más centrado en aplicar la ley que en admirar musculaturas, consideró que aquello no era ninguna broma. Una pistola sin registrar en el coche implicaba consecuencias serias. Hogan trató de explicarse, insistió en que se trataba de un malentendido y repitió que planeaba regularizarla. Pero la escena fue ganando tensión a medida que el agente dejaba claro que no estaba allí para escuchar excusas de un famoso, sino para tramitar un posible delito.
Quiénes eran realmente los “Samoanos Salvajes”
El punto verdaderamente pintoresco de la historia radica en los acompañantes del luchador. Afa y Sika formaban los Samoanos Salvajes, una pareja que basaba su éxito en la imagen de salvajismo primitivo. Melena descontrolada, gesto feroz, gruñidos y pescado crudo devorado ante las cámaras componían un retrato diseñado al milímetro para desatar el entusiasmo —y el miedo teatral— del público.
Su personaje incluía una norma clave: jamás hablar inglés en público. Para eso tenían a su representante, que se ocupaba de la cháchara mientras ellos mantenían la farsa a base de gruñidos y aspavientos. Funcionaba. La gente se lo creía, los promotores estaban encantados y los títulos de parejas se acumulaban en su palmarés.
Esa disciplina procedía de una tradición del sector conocida como kayfabe: la obligación de mantener la ilusión del espectáculo dentro y fuera del ring. Si el luchador interpretaba a un villano salvaje, debía serlo también en entrevistas, en apariciones públicas y, por qué no, en un arcén de Nueva Jersey con un policía mirando. Romper el personaje era considerado una irresponsabilidad casi sacrílega.
Afa y Sika llevaban esa norma grabada a fuego. Para ellos, hablar con normalidad delante de alguien ajeno al negocio era traicionar años de trabajo. Y, lamentablemente para Hogan, aquel agente encajaba a la perfección en la categoría de “ojos ajenos”.
Detenidos por un personaje: cuando la ficción manda
Cuando la situación empezó a volverse preocupante, Hogan recurrió al sentido común: pidió a los Samoanos Salvajes que aclararan que la pistola era suya, que ellos no tenían nada que ver y que, pese a su apariencia, no eran dos individuos dispuestos a liarse a mordiscos con el primer desconocido. Era una petición lógica, casi desesperada.
Pero la respuesta fue una actuación digna de gala. Los samoanos, perfectamente capaces de expresarse con claridad, optaron por permanecer en silencio. Gruñeron, hicieron gestos de incomprensión y se mantuvieron fieles a su papel, como si un cámara invisible estuviera grabando la escena para el programa de lucha. Para ellos, romper el personaje delante de un policía era peor que pasar la noche entre rejas.
La consecuencia fue tan absurda como inevitable: los tres acabaron arrestados. Hogan por llevar el arma sin registrar; Afa y Sika por estar allí sin salir del personaje. La ironía del asunto residía en que los samoanos no tenían nada que ver con la pistola. Simplemente decidieron sacrificar su libertad momentánea en nombre de la coherencia teatral.

En el plano judicial, Hogan logró evitar males mayores al acogerse a un programa de intervención previa al juicio. Cumplió varios meses de libertad condicional y el cargo terminó siendo retirado, quedando como una nota incómoda en el expediente del futuro icono de masas.
Lo que revela esta historia de la lucha libre de los ochenta
Hoy, con luchadores que muestran en sus redes sociales desayunos, vacaciones y entrenamientos sin filtro, este episodio parece un relato venido de otro mundo. Pero ilustra a la perfección hasta qué punto la lucha libre de aquella época vivía en una frontera difusa entre ficción y realidad.
Para Afa y Sika, hablar con naturalidad delante de un agente de tráfico habría sido traicionar la esencia de su oficio. Eran, para el público, dos salvajes indomables que gruñían y devoraban pescado crudo, no dos trabajadores samoanos que viajaban con un compañero rubio y sorprendentemente musculado hacia otra función. Esa colisión entre la lógica del espectáculo y la fría letra de la ley dejó una estampa irrepetible: tres luchadores esposados en un arcén porque dos de ellos se negaban a dejar de interpretar un personaje que no les pertenecía, pero que defendían como si fuera su propia piel.
Vídeo: “WWC 1988 Invader #3 VS Afa The Wild Samoan”
Fuentes consultadas
- Cherwa, J., & Mitchell, H. (1992, 12 de marzo). Wrestling’s star takes a tumble. Los Angeles Times. https://www.latimes.com/archives/la-xpm-1992-03-12-mn-5287-story.html
- Wikipedia. (s. f.). Hulk Hogan. Wikipedia. https://en.wikipedia.org/wiki/Hulk_Hogan
- Wikipedia. (s. f.). The Wild Samoans. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/The_Wild_Samoans
- Muñiz, F. (2025, 13 de enero). Los Stella Awards, historias insólitas del sistema legal estadounidense. El Café de la Historia. https://www.elcafedelahistoria.com/stella-awards/
- Palancar Gimeno, F. (2024, 20 de agosto). Fallece Afa Anoa’i, mítico luchador que formó parte de The Wild Samoans. Vavel. https://www.vavel.com/es/masdeportes/2024/08/20/wrestling/1193260-fallece-afa-anoai-mitico-luchador-que-formo-parte-de-the-wild-samoans.html
- Borchardt, C. (2025, 18 de julio). ¿Qué es el kayfabe en la lucha libre y cómo funciona? El Imparcial. https://www.elimparcial.com/deporte/2025/07/18/que-es-el-kayfabe-en-la-lucha-libre-y-como-funciona/
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.






