En la primavera de 1965, un hombre elegante, de unos 50 años, se presentó a su vecino en Cala d’Or, Mallorca. Su nombre era Dusko Popov, pero en el mundo del espionaje era conocido como «Triciclo». Acompañado de su esposa, la rubia y bella Jill Jonsson, quien había sido coronada Reina de la Belleza en Cannes, Popov se integró rápidamente en la alta sociedad local. Nadie sabía que el hombre que parecía un playboy era en realidad uno de los agentes dobles más importantes de la Segunda Guerra Mundial.
Soy Dusko Popov. He alquilado la casa de al lado por una larga temporada. Simplemente quería saludarle como vecino y ofrecerme por si necesita algo en que pueda ayudarle». Así, en la primavera de 1965, se presentó a Tomeu Pons, su vecino de Cala D´Or, un elegante señor de cincuenta y tres años que acababa de llegar a la urbanización.
Duško Popov nació en 1912 en Serbia y estudió en Francia y Alemania. Abogado y hombre de negocios, fue reclutado por el servicio de inteligencia alemán, la Abwehr, en 1940. Sin embargo, también fue contactado por el MI6 británico, que lo reclutó como agente doble. Su nombre en clave para los británicos era «Triciclo», y para los alemanes, «Ivan». Su misión era engañar a los nazis proporcionando información falsa y desinformación.
Popov era conocido por su estilo de vida lujoso y su atractivo personal. Durante la guerra, se codeó con celebridades y disfrutó de su fama como mujeriego. Esta imagen de playboy fue aprovechada por el MI6 para ganarse la confianza de los alemanes y obtener información valiosa.
Operaciones de engaño
Una de las operaciones más destacadas en las que participó Popov fue la Operación Fortitude, que formaba parte de la estrategia para el desembarco en Normandía. El objetivo era hacer creer a los alemanes que la invasión aliada se produciría en el Paso de Calais, desviando así sus fuerzas hacia esa zona. Popov y otros agentes dobles, como el español Juan Pujol García («Garbo»), desempeñaron un papel crucial en este engaño, que contribuyó al éxito del Día D.
Además, Popov alertó al FBI sobre el posible ataque japonés a Pearl Harbor en 1941. Sin embargo, su advertencia fue ignorada, y el ataque ocurrió sin que Estados Unidos estuviera preparado.
Un vecino inesperado
Tras la guerra, Popov se estableció en Francia, pero en 1965 alquiló una casa en Cala d’Or, Mallorca. Allí vivió con su esposa Jill durante casi un año. Los vecinos lo conocían como un hombre amable y culto, pero desconocían su pasado como espía. Popov participó en la planificación de una casa de estilo ibicenco en la zona, aunque finalmente no se construyó.
Su identidad como agente doble permaneció oculta hasta que, años después, se publicó su autobiografía, «Spy/Counterspy», en la que relató sus experiencias durante la guerra. Fue entonces cuando los habitantes de Cala d’Or descubrieron que su vecino había sido una figura clave en la lucha contra el nazismo.
El legado de Popov
Duško Popov murió en 1981, pero su historia sigue siendo una de las más fascinantes del espionaje. Su vida inspiró al escritor Ian Fleming para crear al personaje de James Bond, basándose en su estilo de vida y sus hazañas. Popov fue condecorado por varios países, incluyendo el Reino Unido, que le otorgó la Orden del Imperio Británico.
Hoy en día, su figura es recordada como la de un hombre que vivió al límite, jugando a ser espía y amante, y que, sin saberlo, inspiró a generaciones de seguidores de las historias de James Bond.
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