La figura de Joan Sanxo Farrerons emerge como una leyenda en los anales de una Barcelona convulsa y vibrante. Un personaje que, entre contradicciones, se erige como el insólito cronista de una era en la que el erotismo se mezclaba con la lucha cultural y política. Con una imprenta en la emblemática calle Bou de Sant Pere, este incansable libertario –cuyo devenir abarcó desde la promoción de la sardana hasta la publicación de literatura erótica– se ha ganado el sobrenombre de «el primer pornógrafo de Barcelona», un epíteto tan provocador como revelador de la complejidad de su legado.
El hombre detrás del mito
Nacido en 1887 y fallecido en 1957, Sanxo Farrerons fue mucho más que un simple impresor; fue un ferviente catalanista, traductor de Hamlet, impulsor del teatro en lengua catalana y promotor del nudismo, sin olvidar su papel como manager de renombrados boxeadores. Ah, y anticlerical.
En una época en la que la censura y el control moral parecían gobernar la vida social, su imprenta se transformó en el escenario ideal para desafiar el status quo. La figura de Sanxo, a menudo descrito como un “Larry Flynt catalán”, nos invita a una mirada panorámica sobre los límites de la moral y la libertad de expresión en los nada tranquilos años 20 y 30.
De la cultura tradicional a la subversión erótica
Antes de que la sombra del autoritarismo se cerniera sobre Cataluña, Sanxo Farrerons mostró un profundo compromiso con la cultura local. Fue impulsor del primer ‘aplec’ de la sardana en Vallvidrera, un hito que aún resuena en la memoria colectiva del barrio y que, curiosamente, se funde en la narrativa de un hombre que, poco después, se reinventaría con tintes subversivos. Fundador de la compañía teatral Johannus, su pasión por las artes se evidenciaba en la audaz traducción, en 1915, de un fragmento de Hamlet, obra que pretendía elevar el catalán a la categoría de lengua culta frente a una sociedad que aún oscilaba entre el regionalismo y el centralismo.

Sin embargo, el golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923 transformó radicalmente el escenario político y cultural. La represión de las filias culturales catalanas obligó a muchos a buscar nuevos caminos, y fue en este contexto cuando Sanxo Farrerons decidió dar un giro decisivo hacia la publicación de literatura erótica. Adoptando diversos seudónimos –entre ellos Víctor Ripalda y Laura Brunet–, su imprenta se convirtió en el epicentro de una revolución silenciosa, una respuesta mordaz ante la censura y la moral burguesa que pretendía sofocar la libertad creativa.
La imprenta como arma subversiva
Ubicada en el número 9 de la calle Bou de Sant Pere, la imprenta de Sanxo Farrerons fue mucho más que un taller de impresión; fue un taller de subversión. En una época en la que la censura se hacía sentir en cada esquina, su negocio se transformó en un refugio para las ideas disidentes. Las tiradas, que a veces alcanzaban hasta 37.000 ejemplares, evidenciaban la magnitud de una demanda insaciable por lo prohibido, por lo que hoy se denominaría un “mercado negro” cultural.
Incautaciones y episodios de censura
La lucha entre la libertad de expresión y el control moral se hacía palpable en cada operación policial. Se cuentan anécdotas que rozan lo cinematográfico: en una ocasión se requisitaron nada menos que 400.000 volúmenes de un libro de tono más bien verduscón, una cifra que desmiente la idea de un mercado marginal. En la Estación de Francia, se detuvieron a pasajeros con maletas repletas de material erótico; en Correos, los paquetes destinados a América se acumulaban como si se tratase de envíos masivos de sacos de patatas. Y en la calle Lleida, se erigieron cines clandestinos que proyectaban porno al módico precio de tres pesetas, dejando claro que la seducción de lo prohibido era irresistible para una sociedad en plena transformación.

La represión se hizo tan intensa que, en mayo de 1931, Lluís Companys, entonces gobernador civil, desplegó medidas dignas de un “Eliot Ness en misión contra la pornografía”. Con instrucciones precisas al jefe superior de la policía, se emprendió una cacería de los publicadores de erotismo, catalogándolos de “atentados contra el arte y el buen gusto”. Aun así, la respuesta de la sociedad fue la contraria a la deseada por las autoridades: cada incautación y multa –en ocasiones superiores a 500 pesetas– sólo alimentaba la fama y el misterio en torno a la imprenta, convirtiéndose en el sustrato perfecto para leyendas urbanas y anécdotas de todos los colores.
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Entre la cultura y el escándalo
La doble naturaleza de Sanxo Farrerons –como difusor del catalanismo y, al mismo tiempo, como promotor de la literatura erótica– constituye uno de los rasgos más fascinantes y contradictorios de su biografía. Por un lado, su implicación en la promoción del catalán y en la recuperación de tradiciones como la sardana le otorgaba un lugar respetable en la historia cultural. Por otro, su incursión en el mundo del erotismo y el anticlericalismo le situaba en el epicentro de un escándalo social que, lejos de ensombrecer su figura, le daba un aire casi legendario.
Portadas provocativas y seudónimos burlones
Las portadas de sus obras, a menudo denominadas “rosquillas” por la crítica y el público, se convirtieron sin lugar a dudas en verdaderos manifiestos visuales de una contracultura que desafiaba la hipocresía imperante. Bajo la firma de nombres tan dispares —como el propio Joan Sanxo Farrerons, Víctor Ripalda o Laura Brunet— se publicaban textos que iban desde la literatura erótica “picante” hasta propuestas de sadomasoquismo “light”.
Cada publicación era una declaración de intenciones, un grito silente en medio de la opresión moral que pretendía uniformar el pensamiento y el gusto.
Los Múltiples Rostros de un Revolucionario Cultural
Más allá de su rol como publicador de material subversivo, la vida de Sanxo Farrerons es un compendio de identidades que desafían cualquier intento de clasificación. ¿Cómo encajar en un molde a un hombre que fue, a la vez, catalanista ferviente, traductor de Hamlet, promotor del nudismo, mánager de boxeadores y pionero en la difusión de literatura erótica? La respuesta es tan compleja como las contradicciones que encierra su biografía. Cada una de estas facetas se entrelaza en un relato que podría rivalizar con las novelas más transgresoras de la literatura contemporánea.

La Barcelona que desafía al tiempo y a la censura
El legado de Sanxo Farrerons trasciende la mera polémica; se erige como un símbolo de la lucha contra un sistema que pretendía uniformar el pensamiento y restringir la libertad creativa. Su imprenta, ese santuario de la subversión, se mantiene en la memoria de una ciudad que celebra su diversidad y su capacidad para reinventarse. La crónica de su vida, salpicada de episodios que rozan lo cinematográfico, es un mosaico de ironías, contradicciones y momentos de asombro, en el que el arte y la provocación se entrelazan en una danza que desafía el paso del tiempo.
En definitiva, la vida y obra de Joan Sanxo Farrerons se mantienen como una crónica inusitada de una Barcelona que se atrevió a romper moldes. Un relato en el que la tradición y la modernidad, la cultura y el escándalo, se entrelazan en una danza tan provocadora como fascinante.
Vídeo:
Fuentes consultadas
- Guereña, J.-L. (2019). El sardanista pornógrafo: Joan Sanxo Farrerons (1887-1957), la Imprenta Layetana y la edición erótica en Barcelona en los años veinte y treinta del siglo XX. Sevilla: Editorial Renacimiento. (editorialrenacimiento.com)
- Laurence, A. (2020). Reseña de El sardanista pornógrafo. Joan Sanxo Farrerons (1887-1957), la Imprenta Layetana y la edición erótica en Barcelona en los años veinte y treinta del siglo XX [Reseña]. Cahiers de civilisation espagnole contemporaine, 24. DOI:10.4000/ccec.9547. (OpenEdition Journals)
- Centro de Documentación del Orfeó Català. (s. f.). La cobla. Tradición y modernidad. Centenario de la Cobla Barcelona. Barcelona: CEDOC. (CEDOC)
- Sanfilatelio (Biblioteca de Cultura). (s. f.). «Aplec de la Sardana, Villajoyosa / Vallvidrera» – Serie Fiestas y Tradiciones. Boletín de Cultura Folklórica. (sanfilatelio.afinet.org)
- Wikipedia – Entrada «Juan Sanxo Farrerons». (s. f.). Wikipedia: La enciclopedia libre. (Wikipedia)
- Wikipedia – Entrada «Arte sicalíptico». (s. f.). Wikipedia: La enciclopedia libre. (Wikipedia)
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.
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