Lanzar a alguien por una ventana puede sonar hoy a gag de telediario o a metáfora parlamentaria, pero en la Bohemia medieval y moderna fue un método tan literal como eficaz para resolver disputas. La “defenestración de Praga” designa varias ocasiones (1419, 1483 y 1618, las más sonadas) en que concejales y autoridades locales volaron sin alas por los ventanales públicos. Algunos sobrevivieron, otros no; todos pasaron a la posteridad como ejemplo de cómo la política bohemia prefería los aires libres al debate civilizado. Vamos a hacer un repaso por la historia de estos curiosos acontecimientos:
1419: la primera piedra (y el primer empujón)
El 30 de julio de 1419, la ciudad de Praga amaneció con un aire de sermón inflamado. Un grupo de husitas, seguidores del reformador Jan Hus —quemado años antes por herejía—, se reunió bajo la dirección del carismático y furioso predicador Jan Želivský. Su objetivo era claro y nada pacífico: marchar hasta el Ayuntamiento Nuevo para exigir la liberación de unos compañeros encarcelados y, de paso, ajustar cuentas con un Concejo municipal tan misericordioso como una piedra de molino.
La procesión, entre piadosa y amenazante, avanzó con cánticos, estandartes y un resentimiento religioso que ya olía a pólvora. Bastó una chispa —en este caso, una piedra lanzada desde una ventana que alcanzó a Želivský— para que todo estallara. La multitud, poseída por una furia tan santa como vengativa, irrumpió en el edificio, apresó a varios concejales y, fiel a la metáfora bíblica de los caídos, los arrojó por la ventana.

Los cuerpos se estrellaron contra el empedrado, y con ellos se quebró la frágil paz bohemia. Aquella jornada, que empezó como una manifestación y terminó como un linchamiento, fue la primera de muchas caídas: inauguró las guerras husitas, un conflicto en el que se mezclaron religión, política, orgullo nacional y la convicción de que, cuando el cielo calla, siempre queda el recurso de tirar al prójimo por la ventana.
1483: la secuela sin glamour
Casi un siglo después, el 24 de septiembre de 1483, Bohemia volvió a asomarse al precipicio y, fiel a la costumbre, decidió empujar a alguien. Los husitas, lejos de haber enterrado el hacha de guerra, seguían divididos entre los moderados utraquistas y los católicos más ortodoxos. La desconfianza acumulada durante años fermentó en conspiraciones y rumores de golpe, hasta que los radicales decidieron adelantarse: tomaron por la fuerza los ayuntamientos de la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva de Praga, asesinaron a alcaldes y concejales, y los lanzaron por las ventanas con la soltura de quien despacha un trámite rutinario.
Aquel baño de sangre no fue sólo un estallido de fanatismo religioso, sino también un ejercicio de política práctica: mejor actuar antes de que te actúen. Paradójicamente, tanta brutalidad acabó allanando el terreno para una tregua. Dos años más tarde, la Asamblea de Kutná Hora de 1485 selló un acuerdo histórico que reconocía la igualdad religiosa entre católicos y utraquistas, una especie de “paz con heridas” que estabilizó el país… al menos por un rato. La moraleja, teñida de sangre seca, parece clara: a veces la política necesita un empujón —o varios cuerpos cayendo— para aprender a negociar desde el suelo.
1618: la caída que incendió Europa
La tercera defenestración de Praga, la de 1618, dejó de ser un simple asunto local para convertirse en el prólogo de un drama continental. El 23 de mayo, en el imponente Castillo de Hradčany, un grupo de nobles protestantes bohemios, encabezados por el conde de Thurn, decidió que la paciencia tenía un límite. Y que ese límite estaba, concretamente, en el alféizar de una ventana. Los objetivos del improvisado vuelo fueron dos gobernadores imperiales, Jaroslav Martinic y Vilém Slavata, junto con su secretario, Philip Fabricius, acusados de haber traicionado la Carta de Majestad, el documento que garantizaba las libertades religiosas en Bohemia.
Con una mezcla de teatralidad y rabia política, los tres fueron despachados al vacío desde una altura nada metafórica. Cayeron desde más de quince metros, pero, para desgracia de la venganza y fortuna de la historia, sobrevivieron a la caída. Lo que no sobrevivió fue la paz europea: el incidente se convirtió en la chispa que prendió la Guerra de los Treinta Años, un conflicto devastador que redibujó fronteras, religiones y ambiciones.
Ángeles, estiércol o simple suerte
La maquinaria propagandística, siempre más creativa que los hechos, se encargó del resto. Los católicos, encantados de encontrar un milagro donde otros veían una caída desafortunada, proclamaron que los tres hombres habían sido salvados por ángeles, depositados suavemente en el suelo por mano divina. Los protestantes, menos dados a la poesía celestial y más amigos del detalle terrenal, replicaron que el único “ángel” presente fue un voluminoso montón de estiércol que amortiguó el golpe con admirable eficacia.
La realidad es que sobrevivieron, y ese detalle, por sí solo, bastó para alimentar la fantasía de unos y el sarcasmo de otros. De ahí la moraleja más bohemia que puede imaginarse: incluso un buen montón de mierda puede pasar a la historia como instrumento de la Providencia. El debate sobre si fue un milagro o una cuestión de fertilizante sigue siendo un retrato perfecto de la condición humana: tanto la religión como la política florecen sobre el mismo sustrato —una mezcla equilibrada de fe, retórica y estiércol bien distribuido.
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1948: la ventana moderna
Damos un salto acrobático hasta el siglo XX. El 10 de marzo de 1948, el cuerpo de Jan Masaryk, ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia e hijo del fundador de la república, apareció bajo la ventana de su baño, tendido en el patio del Palacio Černín. Habían pasado apenas unos días desde el golpe de Estado comunista, y el país entero se debatía entre la incredulidad y el miedo. Desde entonces, la pregunta sigue flotando —como él antes de caer—: ¿fue un suicidio desesperado, un accidente grotesco o un asesinato político cuidadosamente disfrazado?
Las versiones se acumulan, las investigaciones se contradicen y las conclusiones se disuelven entre informes forenses y silencios oficiales. Algunos hablan de depresión y traición; otros, de manos invisibles empujando desde el poder. Pero lo cierto es que Masaryk no cayó solo: con él se desplomó también la última ilusión de democracia checoslovaca. En la memoria colectiva, su cuerpo bajo la ventana se ha convertido en símbolo de un país arrojado al vacío de la dictadura. Empujado o no, víctima del destino o de la política, Masaryk fue, al final, una defenestración más en la larga tradición checa de resolver crisis mirando hacia abajo.
Por qué sigue importando (y por qué hace sonreír)
Las defenestraciones no son un simple chisme histórico ni una rareza morbosa para coleccionistas de curiosidades: son el espejo de una constante humana, la del poder convertido en teatro y la justicia transformada en acrobacia. Cada cuerpo arrojado por una ventana de Praga fue, en el fondo, una declaración política: la convicción de que, cuando la ley no sirve, siempre queda la gravedad como último recurso. Pero cada caída también dejó al descubierto algo más profundo: la fragilidad del orden, la facilidad con que el desacuerdo se precipita —literalmente— hacia el abismo.
Y sin embargo, el célebre estiércol que salvó a los caídos de 1618 nos guiña un ojo desde el foso de la historia. Nos recuerda que incluso los episodios más solemnes pueden tener su momento de comedia involuntaria, y que la línea entre el drama político y el vodevil es tan fina como un alféizar mal calculado. Al final, la historia no la escriben solo los vencedores, sino también los que sobreviven para contarlo… aunque aterricen de bruces. Quizá por eso, cada defenestración de Praga nos habla de la misma verdad incómoda: no siempre gana el más justo, sino el que logra levantarse del suelo, sacudirse el polvo —o el estiércol— y seguir discutiendo como si nada. Porque la historia, en el fondo, no deja de ser una larga y elegante caída.
Productos recomendados para profundizar y ampliar información sobre el artículo
¿HEREJÍA O REVOLUCIÓN? El Movimiento Husita: Un ensayo histórico en español que analiza el movimiento husita desde sus orígenes hasta sus consecuencias políticas y sociales. Repasa líderes, doctrinas y levantamientos con un lenguaje accesible que sitúa al lector en la Bohemia medieval: contexto religioso, enfrentamientos internos y las defenestraciones como síntoma de una crisis más amplia.
La guerra de los treinta años (Papeles del tiempo): Volumen en español que narra las causas, campañas y efectos de la Guerra de los Treinta Años (1618–1648). Ofrece una síntesis clara de batallas, protagonistas y repercusiones políticas en Europa Central, ideal para quien busca un panorama histórico bien documentado sobre el conflicto que arrancó con la defenestración de 1618.
La Carta Bohemia: Obra en español que toma como hilo narrativo documentos y episodios históricos de Bohemia, entre ellos la Carta de Majestad y su entorno político. Ofrece una mezcla de ensayo y narración que aclara por qué decisiones legales y violencias públicas terminaron por socavar la convivencia religiosa en el reino. Texto de referencia para quienes buscan contexto jurídico-histórico.
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Fuentes consultadas:
- Radio Praha Internacional (en español). (2014). Fe, revolución, poder y traición durante las guerras husitas. https://espanol.radio.cz/el-caliz-y-la-espada-fe-revolucion-poder-y-traicion-durante-las-guerras-husitas-8291074
- Desperta Ferro Ediciones. (2018). La Defenestración de Praga y el estallido de la Guerra de los Treinta Años. https://www.despertaferro-ediciones.com/2018/la-defenestracion-de-praga/
- Wikipedia (es). (s. f.). Paz de Kutná Hora. https://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Kutn%C3%A1_Hora
- Encyclopaedia Britannica. (s. f.). Defenestration of Prague. https://www.britannica.com/event/Defenestration-of-Prague-1618
- ABC Historia. (2018). La Defenestración de Praga: la matanza que se evitó con un montón de estiércol. https://www.abc.es/historia/abci-defenestracion-praga-matanza-evito-milagro-forma-monton-estiercol-201802182317_noticia.html
- Radio Prague International (English). (2025). Was Jan Masaryk murdered after all? New American, British and French documents. https://english.radio.cz/was-jan-masaryk-murdered-after-all-new-american-british-and-french-documents-8841371
- German Historical Institute / GHI. (s. f.). The War Begins – The Defenestration of Prague (May 1618). https://ghdi.ghi-dc.org/sub_document.cfm?document_id=4394
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.
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