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La increíble historia de Cher Ami, la paloma que voló hacia la leyenda

La historia de Cher Ami se relata con el mismo tono con que se narran los prodigios: entre la admiración, el gusto por el mito y una saludable desidia para comprobar los papeles. Registrada en los documentos militares como NURP 18 EAD 615, esta paloma —más famosa que muchos generales— terminó disecada y expuesta en el Smithsonian, condecorada por haber llevado un mensaje que, según la versión más repetida, permitió salvar al célebre “Batallón Perdido”. Su anilla, su cuerpo y el informe de aquella hazaña reposan hoy en la ficha del Museo Nacional de Historia Americana, donde aún se la trata como a una veterana con plumas y méritos..

Palomas, radio y mensajeros enfangados

En la Primera Guerra Mundial, comunicar algo sin morir en el intento era casi un milagro con sobrecoste en sangre y nervios. Los cables se cortaban, las radios fallaban y los mensajeros de carne y hueso solían acabar hechos papilla antes de llegar a destino. Así que los ejércitos desempolvaron un arte ancestral con nombre de club de jubilados: la colombofilia militar. El Army Signal Corps estadounidense organizó escuadrones de palomas, mientras los británicos cedían jóvenes voladoras para reforzar a las tropas en Francia. De aquel envío nació Cher Ami, una de tantas mensajeras con casco imaginario cuya misión era tan simple como suicida: volar del punto A al punto B con un tubo de aluminio en la pata y la esperanza —o el instinto— de volver a casa entera.

El mensaje que se pegó al ala de la historia

En octubre de 1918, el mayor Charles W. Whittlesey y un puñado de hombres de la 77.ª División quedaron atrapados en el bosque de Argonne, rodeados por alemanes y bombardeados por su propia artillería, que ignoraba su posición exacta. Sin radio y sin mensajeros humanos dispuestos a ofrecerse como blancos, Whittlesey tuvo que confiar su desesperación a una paloma y a un tubo metálico atado a su pata. El mensaje, tan breve como angustioso, decía: “We are along the road parallel 276.4. Our own artillery is dropping a barrage directly on us. For heaven’s sake stop it.” La paloma fue liberada —dicen que el 4 de octubre de 1918— y el texto llegó a su destino, suficiente para convertir aquella misión suicida en una de las historias más citadas del Smithsonian.

Cher Ami:

Volando entre metralla y mitos

Las versiones, como las canciones de taberna, varían según quién las cante: unos juran que la paloma voló cuarenta kilómetros en menos de una hora; otros, que el fuego ya había cesado cuando llegó. Lo único seguro es que el ave alcanzó su destino con el tubo aún colgando de una pata destrozada y el pecho perforado. Los médicos militares lograron mantenerla con vida, aunque a costa de amputarle la extremidad. El relato popular convirtió la gesta en epopeya —“salvó a todo el batallón”, “atravesó el infierno volando”—, mientras los investigadores del museo, más amigos de los documentos que de las trompetas, se han empeñado en separar la verdad del adorno heroico.

¿Cuántos se salvaron y qué hizo realmente Cher Ami?

Las cifras no entienden de romanticismos. De los más de quinientos hombres que formaban el “Batallón Perdido”, sólo unos 194 salieron con vida del infierno del Argonne. El resto quedó en el barro, devorado por la artillería o la desventura. En ese escenario de humo y confusión, el papel de Cher Ami fue tan sencillo como decisivo: llevar un mensaje que llegó a su destino cuando ya casi nadie esperaba respuesta. Si su vuelo bastó para detener el fuego amigo o si solo sirvió para que alguien, al menos, supiera dónde morían aquellos hombres, es asunto de debate entre historiadores. Lo único indiscutible es que su llegada aportó coordenadas y una chispa de comunicación en un frente donde la suerte se medía por gramos.

Cher Ami:

De la peana al laboratorio: desmontando el relato con ADN

Las leyendas aguantan bien el paso del tiempo; los museos, en cambio, necesitan mantenimiento. Entre 2020 y 2021, el National Museum of American History decidió revisar a su famoso inquilino. Los técnicos desempolvaron informes, tomaron muestras y, con una pipeta en una mano y un poco de curiosidad científica en la otra, se lanzaron a resolver un misterio casi de tertulia: ¿Cher Ami era él o ella? El análisis de ADN lo aclaró sin rodeos: biológicamente, era un macho. De paso, el estudio puso en duda algunos fragmentos del mito, como si realmente fue él quien llevó el mensaje crucial o si el bombardeo ya había cesado cuando llegó. El propio museo lo reconoce con cierta diplomacia: la historia está “empañada por el mito”, así que conviene leerla con el filtro de la razón y no con las gafas del patriotismo.

El final del viaje (y los honores)

La gloria, como el alpiste, se sirve a destiempo. Tras sobrevivir milagrosamente a sus heridas, Cher Ami fue cuidado con mimo y, ya recuperado, regresó a Estados Unidos como héroe condecorado. No duró mucho: murió el 13 de junio de 1919, víctima de las secuelas de su vuelo. Su cuerpo, donado al Smithsonian, acabó disecado y erguido, con su anilla brillante y su pata ausente, como un recordatorio de que la épica también puede tener pico y plumas. Allí sigue, en su vitrina, más observado que muchos generales de carne y hueso.

Entre la épica y la comprobación

La historia de Cher Ami resume mejor que un tratado entero la diferencia entre mito y archivo. Los periódicos de 1919 lo elevaron a símbolo de coraje y fidelidad, mientras la ciencia actual le ha devuelto su verdadera dimensión: la de un animal extraordinario, sí, pero no sobrenatural. La emoción explica por qué se le colgaron medallas; la documentación, por qué conviene recortar la purpurina. Al final, Cher Ami quedó entre dos mundos: el de la leyenda que se niega a morir y el de la historia que insiste en comprobar los hechos. Y ahí, entre ambos, sigue batiendo las alas del recuerdo.


Fuentes:

Smithsonian Institution. (n.d.). Cher Ami. National Museum of American History. https://americanhistory.si.edu/collections/search/object/nmah_425415

Smithsonian Institution. (2021, July 13). Cher Ami fact sheet: A century of myth and public memory. National Museum of American History. https://americanhistory.si.edu/press/fact-sheets/cher-ami-fact-sheet-century-myth-and-public-memory

Blazich, F. A., Jr. (2021, July 19). Solving a 100-Year-Old Mystery About a Pigeon. Smithsonian Magazine. https://www.smithsonianmag.com/blogs/national-museum-american-history/2021/07/19/cher-ami/

U.S. Army. (2021, August 27). Century Old Mystery Solved – Cher Ami. Army.mil. https://www.army.mil/article/249782/century_old_mystery_solved_cher_ami

Encyclopaedia Britannica, Inc. (n.d.). Cher Ami. Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/animal/Cher-Ami

RTVE. (2023, June 16). ‘Cher Ami’, la paloma que salvó decenas de vidas. RTVE. https://www.rtve.es/television/20230616/cher-ami-paloma-mensajera-primera-guerra-mundial/2449661.shtml

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