Un encuentro inesperado en el Malecón
Quien pasee por el Malecón 2000, en Guayaquil, se topará con un grupo escultórico sobrio: bronce oscuro sobre pedestal claro, el poeta sentado, una pluma en la mano y el documento de la independencia —o eso dice la placa— mirando al río Guayas con gesto distante. La escena tiene la solemnidad de los monumentos finiseculares y la inevitable moraleja urbana: a veces la historia se escribe con mayúsculas y otras con presupuesto ajustado.
El encargo, el artista y la fecha que nadie olvida
El monumento fue idea del Concejo Municipal de Guayaquil a finales del siglo XIX: se organizó un comité, se recaudaron fondos por suscripciones y funciones y se encargó la obra a Francia, al escultor Jean Alexandre Falguière, por gestión del cónsul Clemente Ballén; el monumento se inauguró el 9 de octubre de 1892. Ese expediente documental —con su cronología y sus cartas— es la raíz administrativa de la pieza, y explica por qué la estatua llegó desde Europa y no nació en un taller local de kilómetro cero.
La fábula de Lord Byron que se pasea por el río
Como toda buena ciudad portuaria, Guayaquil ha acumulado mitos: uno de los más repetidos afirma que la figura que todos llaman José Joaquín de Olmedo no es sino un Lord Byron reconvertido, comprado «de segunda mano» en una subasta o tienda de chatarra europea y colocado con otra placa para ahorrar costes. La historia ha viajado por blogs viajeros, foros y guías turísticas como anécdota inevitable: el extranjero romántico que terminó ejerciendo como prócer ecuatoriano.
¿Mito romántico o fraude con barniz institucional?
La idea funciona en la imaginación: un poeta inglés con melena rizada, traído a un trópico que no le pertenece; la imagen es tan contundente que se instala como verdad popular. Sin embargo, las fuentes históricas serias y la correspondencia de quienes gestionaron el encargo muestran matices incómodos para la fábula. El cónsul Ballén, que supervisó el proceso en París, mantuvo comunicación con la familia de Olmedo y con los responsables en Guayaquil; en esas cartas aparece la queja —admitida por los mismos gestores— de que el busto no se parecía mucho al retrato tradicional del prócer.

Por qué la confusión tiene sentido (y por qué no hay que apresurarse a creerla)
Que la estatua recuerde a estatuas europeas de poetas no es azar: Alexandre Falguière trabajó —entre otras piezas— en composiciones que representaban a Byron o le rendían tributo en Europa, por lo que la iconografía del «poeta romántico sentado» aparece repetida en algunas obras del periodo. Esa parentesco estilístico alimentó la sospecha popular, que vio en la postura y la factura una pista irrefutable. Pero semejanzas de estilo no equivalen a identidad: el hecho de que un escultor haya tratado la figura de Byron en otras piezas no prueba que un bronce que viajó a Guayaquil fuera comprado como sustituto.
La escultura como espejo de las ciudades y sus mitos
La historia del monumento mezcla varias capas: la intención oficial (homenajear a un prócer local), la movilidad del arte público (encargos europeos para plazas hispanoamericanas en siglo XIX), la economía del gesto cívico (suscripciones, exportaciones e importaciones culturales) y la capacidad popular de convertir sospechas en leyenda. Que una estatua «mire al río» cuando parece más lógico que mire a la ciudad alimentó debates sobre identidad y orientación simbólica; que su parecido con el canon europeo provoque risas irónicas y cartas al director muestra la fragilidad y la resiliencia de los monumentos en la vida pública.
Cómo leer la pieza hoy
Para el transeúnte curioso conviene mirar dos cosas al mismo tiempo: la placa y el archivo. La placa afirma que es Olmedo; los archivos de la ciudad y la correspondencia del cónsul explican el proceso de encargo y las dudas sobre el parecido. Entre ambos, se instala la verdad práctica: la estatua cumple la función de monumento cívico, aunque conserve una biografía artística más compleja de lo que sospechaba el público que la bautizó en la plaza. Ver la pieza con ojo crítico —y con una sonrisa irónica— es leer al mismo tiempo la pompa de la historia oficial y las costuras de la leyenda urbana.
Fuentes:
- Wikipedia contributors. (2023, octubre 4). Monumento a Olmedo. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_a_Olmedo
- Diario del Viajero. (2015, marzo 19). La estatua de un poeta célebre que en realidad no es… Diario del Viajero. https://www.diariodelviajero.com/america/la-estatua-de-un-poeta-celebre-que-en-realidad-no-es-la-estatua-de-un-poeta-celebre
- La Memoria de Guayaquil. (2015, marzo 19). ¿QUIÉN ES ESTE PERSONAJE LORD BYRON O OLMEDO? Facebook. https://www.facebook.com/lamemoriadeguayaquil/posts/qui%C3%A9n-es-este-personaje-lord-byron-u-olmedo/1099493356860381/
- Enciclopedia del Ecuador. (n.d.). Monumento a Olmedo. Enciclopedia del Ecuador. https://www.enciclopediadelecuador.com/monumento-a-olmedo/
- Municipio de Guayaquil. (2025, julio 11). Los 7 monumentos más antiguos de Guayaquil. Municipio de Guayaquil. https://web.guayaquil.gob.ec/monumentos-antiguos-guayaquil/
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.






