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Los juicios de Dunmow: cuando el amor se premia con tocino

En el fascinante catálogo de costumbres medievales que podríamos calificar de extravagantes o curiosas, los juicios de Dunmow ocupan un lugar de honor. Esta peculiar tradición, nacida en Essex, Inglaterra, premiaba a las parejas que podían demostrar una convivencia matrimonial idílica con nada más y nada menos que una media canal de cerdo (que no es otra cosa que cada una de las dos partes simétricas y sin vísceras que resultan de dividir el animal sacrificado por la mitad).

Pero, ¿qué hay detrás de esta curiosa ceremonia que sigue celebrándose a día de hoy?

Si nos acompañan les descubriremos los secretos de los conocidos como Dunmow Flitch Trials, una suerte de juicio a la que se someten las parejas para demostrar que su amor es, digamos, «sólido».

Romeo y Julieta tocineros: versión siglo XII

Todo comenzó, supuestamente, en el año 1104 cuando Lord Reginald Fitzwalter y Lady Juga Baynard decidieron celebrar su primer aniversario de bodas de una manera poco convencional: disfrazándose de campesinos. Su destino era el monasterio agustino de Little Dunmow, donde solicitaron la bendición del prior.

Este, impresionado por su devoción, les regaló una pieza de tocino. Al revelarse como nobles, Lord Reginald decidió donar sus tierras al priorato, pero con una condición que haría historia: premiar con una media canal de cerdo a las parejas que demostraran ser tan felices como ellos.

Flitch Trials
Dunmow Flitch Trials

La ceremonia: un juicio de película

A diferencia de otras tradiciones matrimoniales, los Flitch Trials no eran un mero intercambio de votos o anillos. Esto era un juicio en toda regla, con un juez, un jurado compuesto por seis doncellas y seis solteros, y hasta un abogado defensor. Las parejas debían declarar bajo juramento que no se habían arrepentido de su matrimonio en “un año y un día”.

Y aquí es donde la cosa se pone interesante.

El juramento: ¿idílico o imposible?

Las palabras exactas del juramento eran un verdadero reto. Se les preguntaba si habían tenido peleas, si habían deseado volver a la soltería o incluso si habían albergado pensamientos negativos sobre su pareja. Y todo esto debía ser negado categóricamente, descalzo en el cementerio, sobre piedras puntiagudas.

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Si lograban convencer al jurado (y no morir de incomodidad en el proceso), se les otorgaba el codiciado premio.

Flitch Trials
Dunmow Flitch Trials

Desfile triunfal: porque nada expresa mejor el verdadero amor que un cortejo con aroma a tocino

Tras el veredicto, la pareja ganadora era paseada por el pueblo sobre los hombros de los hombres más fuertes, seguidos por una procesión que incluía frailes, aldeanos y, por supuesto, el preciado tocino en alto.

Una especie de carnaval matrimonial donde el cerdo era la estrella invitada.

El simbolismo del tocino: entre lo práctico y lo absurdo

Cabe preguntarse: ¿por qué una media canal de cerdo? Aunque el tocino es un manjar que nunca pasa de moda, su elección como premio matrimonial parece oscilar entre lo pragmático y lo simbólico. En la Inglaterra medieval, la carne de cerdo era un bien valioso, fácil de conservar y altamente nutritivo. Pero también podría interpretarse como una metáfora de la abundancia y la estabilidad en el hogar.

Documentos históricos: cuando el archivo respalda la leyenda

El primer registro oficial de un juicio de Dunmow data de 1445, cuando un tal Richard Wright, procedente de Norwich, se llevó el codiciado premio. Este documento, conservado en el Museo Británico de Londres, es la prueba de que estas ceremonias no eran sólo un cuento popular, sino una tradición viva y reconocida.

Flitch Trials
Dunmow Flitch Trials

Dunmow Flitch Trials: la persistencia de la tradición

A pesar de los altibajos de la historia, los juicios de Dunmow o Dunmow Flitch Trials han resistido al paso del tiempo. Hoy en día, esta peculiar costumbre se celebra cada año bisiesto en la localidad de Great Dunmow, adaptada a los tiempos modernos pero manteniendo su esencia.

Las parejas actuales no necesitan jurar sobre piedras puntiagudas, pero el espíritu de la prueba sigue siendo el mismo: demostrar que el amor verdadero merece ser premiado. Con carne de cerdo.

Por raros que nos puedan parecer, los Flitch Trials no son únicos en su especie. Costumbres similares han sido documentadas en Whichenover, Inglaterra, y en Bretaña, Francia.

The Dunmow Flitch Trials 2024 



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Este libro electrónico explora el significado cultural y social del tocino, incluyendo una sección dedicada a los Dunmow Flitch Trials. Es una lectura interesante para quienes desean profundizar en las tradiciones británicas relacionadas con el tocino.



Fuentes consultadas

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