A veces la historia se escribe a base de renglones torcidos y parentescos incómodos. Y entre esos pliegues embarazosos habita un personaje que parece sacado de una tragicomedia geopolítica: William Patrick Hitler. El nombre suena a chiste malo contado en una reunión familiar, pero fue una realidad documentada. Sobrino carnal del mismísimo Führer, William tuvo la desfachatez de luchar contra su tío en la Segunda Guerra Mundial… y desde las filas del ejército de los Estados Unidos. Esto, evidentemente, da para guion de serie de HBO con acento scouse y banda sonora con mucho clarinete de Benny Goodman.
Pero vamos por partes, que esto tiene su miga.
¿Quién era William Patrick Hitler?
Nacido en Liverpool en 1911, William Patrick Hitler era hijo de Alois Hitler Jr., medio hermano de Adolf. Alois, por su parte, había decidido ampliar horizontes sentimentales en tierras británicas, donde conoció a Bridget Dowling, una irlandesa con más paciencia que suerte.
La pareja, lejos de tener una existencia idílica, se separó cuando William aún era un crío. Alois huyó a Alemania y allí rehízo su vida con una segunda esposa, olvidando que en Reino Unido le esperaba una mujer y un hijo. Años más tarde, el pequeño William decidiría visitar a su familia paterna en Alemania, y entonces comenzó la verdadera tragicomedia.
Hitler, tío incómodo
Cuando William llegó a Alemania en los años 30, su apellido no pasaba desapercibido. Imaginemos la escena: un joven británico con cara de no haber roto nunca un plato que, de repente, se encuentra con que su tío es el canciller del Reich. En principio, Adolf no sabía muy bien qué hacer con su sobrino anglosajón. Lo intentó colocar en algún que otro puesto administrativo, pero William no estaba dispuesto a conformarse con migajas burocráticas. Él quería más.
Y aquí empieza el chantaje (velado, pero chantaje): según los archivos y testimonios, William insinuó que podría contar a la prensa británica algunos oscuros secretos familiares —como que su abuelo podría haber sido judío, algo que, si era cierto o no, nunca se confirmó del todo, pero a Adolf le sentaba como un plato de torreznos a un vegano radical. A Hitler esto no le hizo ni pizca de gracia, y la relación entre ambos se enfrió hasta alcanzar el punto de congelación siberiana en febrero.
William, frustrado por no obtener una carrera de lujo en Alemania y temiendo por su seguridad (¿paranoia? ¿intuición?), decidió volver a Inglaterra, donde empezó a convertirse en una rareza de tabloide.
Del chantaje al alistamiento
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, William Patrick Hitler comprendió que su apellido era más tóxico que un vertido de plutonio. Sin embargo, también era consciente de que podía utilizarlo para labrarse un futuro en Estados Unidos. Así que en 1939 se embarcó hacia Nueva York con su madre, justo antes de que los nazis invadieran Polonia.

Allí empezó una gira de conferencias con títulos tan sutiles como «Why I Hate My Uncle» (Por qué odio a mi tío), en las que detallaba las miserias de su parentela y alimentaba el morbo de la prensa. Un espectáculo con aires de vodevil que le permitió ganarse unos dólares y, de paso, construir su imagen de «Hitler bueno».
En 1942, decidido a demostrar que la herencia y la sangre no determinaba su lealtad, William pidió ingresar en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. El FBI lo examinó con la misma desconfianza que un gato observa un pepino, pero al final, gracias a una carta personal firmada por el mismísimo Franklin D. Roosevelt, fue admitido en la Marina de los Estados Unidos.
La guerra contra el tío
William sirvió en la Marina como técnico médico, en un escuadrón de evacuación que operaba en el Teatro del Atlántico. Durante su servicio resultó herido en combate, y fue condecorado con la prestigiosa medalla del Corazón Púrpura, reservada a aquellos que sangraron por las barras y estrellas.
Así, el sobrino de Adolf Hitler terminaba participando en la guerra más devastadora del siglo XX… pero en el lado contrario del que uno cabría esperar por apellido y genética. Una suerte de redención pública por herencia genética compartida, o quizás una maniobra de supervivencia teñida de oportunismo y escenografía.

Tras la guerra, William optó por reinventarse. Cambió su apellido a Stuart-Houston, se casó con una alemana inmigrante llamada Phyllis y se estableció en Patchogue, Nueva York. Tuvieron cuatro hijos —ninguno de los cuales tuvo descendencia, según diversas entrevistas, para «cerrar la línea de sangre»—, y montó un pequeño laboratorio de análisis clínicos. De Hitler a Stuart-Houston y del Reich a las muestras de orina. El viaje fue largo, pero en cierto modo catártico.
¿El último Hitler?
La historia de William Patrick Hitler ha sido material de libros, documentales y curiosidades académicas que aún hoy despiertan una mezcla de morbo y estupor. La familia Stuart-Houston, su descendencia directa, ha preferido vivir en discreto anonimato, lejos del ruido mediático y de los ecos incómodos del apellido. A comienzos de los años 2000, algunos periodistas lograron localizarlos en Estados Unidos: hombres tranquilos, educados y decididos a romper el hilo de sangre más infame del siglo XX. Ninguno quiso conceder entrevistas ni aprovechar el legado familiar, quizá porque entendieron que hay herencias que no se cobran, sino que se entierran con prudencia.
El apellido Hitler, oficialmente, se extinguirá con ellos. Un final casi poético para la dinastía más temida de Europa: la historia cerrando su propio círculo con un silencio mucho más elocuente que cualquier discurso.
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Fuentes:
- Brown, J., & Duff, O. (2006, 17 de agosto). The black sheep of the family? The rise and fall of Hitler’s scouse nephew. The Independent. https://www.independent.co.uk/news/uk/this-britain/the-black-sheep-of-the-family-the-rise-and-fall-of-hitler-s-scouse-nephew-5339313.html
- Ryback, T. W. (2000, 17 de julio). Hitler’s lost family. The New Yorker. https://www.newyorker.com/magazine/2000/07/17/hitlers-lost-family
- Clark, J. (2020, 23 de diciembre). That time Hitler’s nephew viciously denounced uncle Adolf in an American magazine. Task & Purpose. https://taskandpurpose.com/history/william-hitler-denounced-adolf-hitler-look-magazine-1939/
- Haskew, M. E. (2012). “Why I Hate My Uncle”: Hitler’s Nephew’s Letter to FDR. Warfare History Network. https://warfarehistorynetwork.com/article/why-i-hate-my-uncle-hitlers-nephews-letter-to-fdr/
- United States Navy Memorial. (s. f.). HITLER-WILLIAM. NavyLog. https://navylog.navymemorial.org/hitler-william
- Kilgannon, C. (2006, 24 de abril). Three quiet brothers on Long Island, all of them related to Hitler. The New York Times. https://www.nytimes.com/2006/04/24/nyregion/three-quiet-brothers-on-long-island-all-of-them-related-to-hitler.html
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