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Fotografías curiosas y su contexto histórico # 3

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Autor: El café de la Historia


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Fotografías históricas # 3

En esta nueva entrega de fotografías históricas hemos reunido imágenes de lo que podríamos denominar encuentros imposibles.

Instantáneas que lo primero que hacen en nuestro cerebro es recalentarlo a base de preguntas tales como:

¿Qué hacen estos dos juntos?

¿Es real esta foto?

¿Cómo? ¿Cuándo?

Y, sobre todo, porqué.

Intentaremos, a continuación, despejar todas estas incógnitas.

Torrebruno y Elvis Presley

Torrebruno y Elvis Presley
Torrebruno y Elvis Presley

El italiano Torrebruno, estrella infantil indiscutible de los niños de la EGB, quería ser boxeador. Su padre se opuso frontalmente y acabó trabajando en un banco.

Durante un crucero de empleados de la entidad bancaria para la que trabajaba, Torrebruno se arrancó a cantar en un club de Casablanca, alguien reparó en su talento, y fue fichado directamente para actuar en el mítico Moulin Rouge de París.

Elvis Aaron Presley, el rey del rock and roll, hizo el servicio militar como un joven estadounidense más y fue destinado a la base militar de Friedberg, en la denominada entonces Alemania Occidental.

Durante su estancia en Europa aprovechó para visitar Paris y, de paso, el Moulin Rouge.

Allí coincidió con Torrebruno, y en los camerinos del mítico cabaret se hizo esta sorprendente fotografía tomada en algún momento entre 1959 y 1960.

Rocío Jurado y Ronald Reagan

Ronald Reagan y Rocío Jurado - El café de la historia
Ronald Reagan y Rocío Jurado

Este imposible encuentro entre el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos y la chipionera se produjo en una recepción oficial organizada en Miami.

La Casa Blanca dispuso una exclusiva y lujosa ceremonia en Florida y fue invitado lo más selecto de por aquel entonces.

Estamos en el año 1985.

Fui invitada por la Casa Blanca a una recepción como persona muy querida en los Estados Unidos, porque había sido reina de los carnavales de Miami. Reagan me atendió con mucha simpatía y me pareció un hombre con mucha personalidad y una sonrisa muy jovial.

Rocío Jurado

Rocío Jurado tenía una lujosa casa en Miami en la que pasaba largas temporadas en compañía de su familia y, siendo ya entonces todo un referente de la música española, fue una de las personalidades convidadas al evento.

Cuando Reagan le preguntó dónde vivía, la estrella de la copla le contestó en una demencial mezcolanza de idiomas:

«En España, but this is my second country, mister presidente

Rocío Jurado

Dos años más tarde volvería a cantar para un presidente estadounidense, en este caso para George H. W. Bush en la Casa Blanca.

Esperanza Aguirre «toreando» a Will Smith y Jackie Chan

Esperanza Aguirre, Will Smith y Jackie Chan - El café de la Historia
Esperanza Aguirre, Will Smith y familia y Jackie Chan

En julio de 2010 los dos actores visitaban Madrid para promocionar la película Karate Kid. Will Smith en calidad de productor y padre de Jaden, el niño protagonista, y Chan como actor principal.

Los actores regalaron a la entonces Presidenta de la Comunidad de Madrid un karategi, el uniforme de entrenamiento típico en las artes marciales, y Aguirre les correspondió con sendos capotes personalizados con sus nombres.

Tras la fotografía, que fue tomada en la Real Casa de Correos madrileña, Will Smith acabó cogiendo su capote y se puso a imitar a un torero mientras era jaleado por olés de sus hijos.

El día que Arévalo presentó a Carlton a Benito Floro

Del Príncipe de Bel Air nos vamos a su primo, el mítico Carlton.

Y no nos movemos de Madrid para ir al histórico restaurante Casa Lucio, en algún momento de los años 90, para encontrarnos esta fotografía en la que aparecen el humorista Francisco Rodríguez Iglesias, más conocido como Arévalo, Alfonso Ribeiro (el actor que interpreta a Carlton) y Benito Floro, el entrenador de fútbol de clubes como el Sporting, Albacete, Mallorca o Real Madrid, entre otros.

Poco se sabe de qué hablaron este trío de genios en el suyo, así que nos ceñimos a lo que el propio Arévalo subió a su cuenta de Twitter cuando colgó la fotografía en esta red social:

«Cuando le presenté a Benito Floro a Carlton Banks en Madrid»

Arévalo (Twitter)

Elvis, Alí y un regalo gafe

Tal como hemos explicado en la foto del rey del rock and roll con Torrebruno, Elvis prestó el servicio militar en Alemania y allí se gestó su afición al kárate.

Ahora viajemos al pasado.

En concreto, al International Hotel de Las Vegas.

Mes de febrero de 1973.

Tras una de las 636 actuaciones de Elvis Presley en el mítico hotel y en las que a lo largo de siete años nunca quedó un asiento sin vender, alguien acude al camerino y le comunica al artista que Mohammad Alí está entre el público y que desea conocerle.

Elvis accede encantado y entra el boxeador rodeado de su legión de guardaespaldas compuesta de fornidos muchachos afroamericanos de la Nación del Islam.

Tras Elvis, sus guardaespaldas: la cohorte de amigotes variopintos conocida como Mafia de Memphis.

Se sientan alrededor de una mesa y charlan durante horas forjando una sólida amistad que se mantendrá hasta que muera Elvis cuatro años más tarde.

Antes de despedirse, Elvis se pone posición de ataque karateka, Alí adelanta los puños en la clásica pose de guardia pugilística.

Una precipitada cabriola de Elvis acaba con los dos rodando por la habitación.

Ambos están en el suelo riendo a carcajadas para alivio de los dos pelotones de guardaespaldas que también rompen a reír.

Las dos estrellas se despiden amistosamente prometiendo volver a verse pronto.

Ese reencuentro se produce poco tiempo después también en Las Vegas, y Elvis agasaja a su nuevo amigo con una bata con incrustaciones de pedrería con la leyenda «People’s choice» en la espalda que ha encargado hacer en exclusiva para Alí.

Elvis y Ali vistiendo la "bata"
Elvis y Ali vistiendo la «bata»

Esa noche Alí derrota contundentemente a Joe Bugner.

Un mes más tarde, concretamente el 31 de marzo de 1973, Alí vuelve a subir al ring para pelear contra Ken Norton. Aprovecha para estrenar orgullosamente la bata que le ha regalado su amigo.

Pero Alí pierde el combate estrepitosamente acabando con la mandíbula rota y, atribuyendo a la bata la mala suerte, nunca más la volvería a usar en un combate.

Aunque Alí, un hombre acostumbrado a ganar, achacando el desastre a la bata nunca más quiso saber nada de ella, siguió siendo muy amigo de Elvis hasta su fallecimiento.

Años después, Ali donó la bata para su exposición en el Mohammad Ali Museum de Louisville donde se puede contemplar en la actualidad.

El día que donó la bata Ali hizo una excepción
El día que donó la bata, Ali hizo una excepción
La bata que Elvis regaló a Ali, expuesta
La bata que Elvis regaló a Ali, expuesta

Joan Gaspart y The Beatles

Los Beatles actuaron en una sola ocasión en España.

Fue en julio de 1965.

El día 2 de julio actuaron en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid y el día después, el 3 de julio, volaron a Barcelona para ofrecer su segundo y último concierto en España.

Joan Gaspart, años más tarde presidente del FC Barcelona y conocido empresario hotelero, había estado trabajando en el Hotel Adelphi de Liverpool durante los años 1962 y 1963, y coincidió con los momentos iniciales de fama a nivel local de la banda asistiendo a varios de sus conciertos en la ciudad inglesa.

Siempre según sus palabras, había llegado a tomarse cervezas con ellos entablando una relación de amistad.

En cierta ocasión les dijo que si alguna vez iban a tocar a Barcelona le llamaran que lo arreglaría para alojarlos en el hotel de su padre, el Avenida Palace.

Por lo visto, así lo hicieron y se pudo producir el reencuentro.

Desde que entraron en el hotel, Gaspart no se separó de ellos llegando a producirse una anécdota bien curiosa.

Antes de salir a tocar al escenario de la Monumental, John Lennon reparó que sus pantalones no estaban lo suficientemente bien planchados y le pidió a Gaspart otros.

Y Gaspart le dio los suyos.

Al menos así lo ha explicado el empresario en numerosas ocasiones, aunque hay otra versión que apunta a que los pantalones eran realmente de un empleado del hotel.

Así, Lennon actuó en la Monumental de Barcelona con los pantalones del futuro presidente del Barça.

O de un empleado del futuro presidente del Barça…

The Beatles y Joan Gaspart en el Hotel Avenida Palace de Barcelona, 1965
The Beatles y Joan Gaspart en el Hotel Avenida Palace de Barcelona, 1965

Andy Warhol, Pitita Ridruejo y Ana Obregón

Andy Warhol aterrizó en Madrid el 14 de enero de 1983 con dos objetivos: vender cuadros y conocer de primera mano la Movida.

El pintor estuvo en total nueve días en España y quedó fascinado mayormente por tres cosas: los españoles (que le parecieron muy sexys), las tapas y, por encima de todo, la repostería y los dulces madrileños llegando a comprar grandes cantidades que se envió a sí mismo por correo a Nueva York.

En los días de su estancia cabe destacar una cena en su honor que organizó la familia March en su domicilio a la que acudieron quince invitados selectos como Isabel Preysler, que fue su vecina de mesa.

Cuenta Luis Antonio de Villena, también presente en esa velada, que Isabel Preysler estaba interesada en adquirir o encargar un cuadro al artista y le dio conversación para hacerle más amena la cena.

Tras innumerables monosílabos y silencios por respuesta, la Preysler dio por zanjados todos sus intentos de tener una conversación con el pintor.

Y, suponemos, de encargarle un cuadro.

Tras la cena, una fiesta en la misma casa a la que acudieron cien invitados en representación de lo que era el Madrid de la Movida.

Allí estaba Agatha Ruiz de la Prada, Pedro Almodóvar y Mcnamara, Alaska y los Pegamoides, Bernardo Bonezzi y una nutrida representación de las élites madrileñas de las de título nobiliario, pabellón de caza y rancio abolengo.

Dos mundos totalmente opuestos se dieron cita para homenajear a Andy Warhol y él, con una indolencia que rayaba el autismo, se dedicaba a fotografiar a los presentes con su cámara o, directamente, azotar con el látigo de su indiferencia a la mayoría de los que se acercaban para mostrarles su respeto y admiración.

Pero hubo una excepción: Pitita Ridruejo.

Posiblemente porque se conocieron años antes en The Factory de Nueva York, Warhol solo se interesó por hablar con ella.

Además, era conocida la predilección del artista por los aristócratas (seguramente los únicos que podían costearse un Warhol presentes en aquella fiesta).

De aquella velada surge la instantánea que ha quedado para la posteridad en la que aparecen la bióloga y actriz Ana García Obregón, la aristócrata Pitita Ridruejo y el indolente artista.

Ana Obregón explica que aunque con ella no fue tan cordial como con Ridruejo, tampoco fue especialmente antipático y que incluso, tiempo después, cuando ella se trasladó a Estados Unidos, tuvieron encuentros en The Factory.

Obregón, Warhol y Pitita Ridruejo, Madrid 1983 - el café de la historia
Obregón, Warhol y Pitita Ridruejo, Madrid 1983

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