El café de la historia - Cóctel de anécdotas 1

Cóctel de anécdotas históricas # 1

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Autor: El café de la Historia


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Un pato explosivo, el juez salomónico y una bandera insólita

1. La sentencia salomónica del juez de paz

Los juzgados de paz españoles están ubicados en aquellos municipios donde no haya un juzgado de primera instancia e instrucción.

Por norma general, en estos juzgados ejercen como titulares personas escogidas por el consistorio local, y que no necesariamente han cursado la carrera correspondiente ni están titulados.

En definitiva, se trata de los denominados jueces no legos y que ejercen su cargo por un periodo de cuatro años.

En España es muy popular la figura del juez de paz como mediador en conflictos de ámbito local entre particulares, y la anécdota que nos ocupa la protagonizó uno de estos jueces que debió entender de una manera muy peculiar el concepto de «justicia salomónica».

Justicia salomónica

El asunto en cuestión sucedió en el siglo XIX en una aldea leonesa, y ante el juez de paz de la zona se presentaron dos mujeres que reclamaban la maternidad de un bebé.

Las dos mujeres eran vecinas y parieron sendas criaturas al mismo tiempo, pero una de ellas nació muerta y ambas reclamaban al niño superviviente como suyo.

Tras escucharlas, el juez de paz pidió al secretario del ayuntamiento que le asistiese en el juicio y le dijo:

«Remigio, acércame esa espada porque voy a partir en dos esta criatura y voy a dar a cada mujer una de las dos mitades».

Al contario que en el famoso juicio de Salomón, las dos mujeres permanecieron en silencio y el secretario, alarmado, gritó:

«¡Señor juez, eso es un disparate! ¡De ninguna manera consentiré que se haga daño al recién nacido!»

Y, golpeando triunfalmente el mazo, el juez exclamó:

«¡He aquí la madre del niño! Remigio, tú eres la madre de la criatura, el niño es para ti».

Fuente: Libro Anécdotas de la Historia de Pancracio Celdrán Gomáriz.



2. El señor Silas Perkins y el pato Rhadamanthus

Silas Perkins, era un granjero de la localidad de Des Moines, estado de Ohio, que estaba particularmente orgulloso uno de sus patos: Rhadamanthus.

Rhadamanthus, en latín, corresponde en la mitología griega al nombre de un hijo de Zeus y Europa y, a la postre, hermano de Minos, el famoso rey de Creta.

Como decíamos, Rhadamanthus era el pato favorito del señor Perkins.

No solo había ganado diversos concursos locales de patos sino que, por lo visto, tenía ciertas capacidades de predecir el futuro heredadas de su abuelo, el pato Nabucodonosor (es innegable que el señor Perkins era todo un campeón en el arte de bautizar mascotas) según había informado el periódico local: el St. Louis Post-Dispatch.

Sea como sea, el pato en cuestión fue una celebridad de ámbito regional hasta el día 4 de enero de 1910.

Ese día, el señor Perkins volvió de la iglesia y observó algo extraño: su querida mascota parecía haberse hecho mucho más grande durante su ausencia de apenas un par de horas.

Se acercó y comprobó que estaba grotescamente hinchado, triplicando su tamaño habitual. Alarmado, fue a cogerlo en brazos justo segundos antes de que explotara, impactando uno de los pedazos del ave en uno de sus globos oculares, destrozándoselo y perdiendo la vista irremediablemente de ese ojo.

¿Qué le había ocurrido a Rhadamanthus?

La explicación a la explosión de Rhadamanthus fue que, en ausencia de su dueño, se comió una olla de levadura entera que provocó el desgraciado accidente.

Un accidente que durante años fue considerado el suceso más famoso y extraño ocurrido jamás en Des Moines tal como atestigua la prensa local:

El accidente más extraño registrado en la historia local ocurrió cuando Rhadamanthus, el pato que había ganado diversos premios en la reciente exhibición de aves de corral de Iowa, explotó en cientos de pedazos, uno de los cuales golpeó a Silas Perkins en el ojo, destrozándole la vista.

La causa de la inesperada explosión de Rhadamanthus fue una olla de levadura. Dicha olla ubicada en el porche trasero de la casa de Perkins, tentó al pato, que se la comió entera. Al regresar de la iglesia, el Sr. Perkins descubrió a su pato en un estado lamentable. Numerosas huellas del animal alrededor de la olla de levadura dieron la pista del origen de la explosión.

El granjero estaba a punto de recoger al pato cuando éste explotó con un fuerte estruendo y Perkins entró corriendo en la casa tapándose un ojo con ambas manos. Se llamó a un cirujano que encontró que el globo ocular había sido dañado por un fragmento volador del pato.

El cirujano no dio ninguna esperanza de que la vista pudiera recuperarse.

Reseña en el St. Louis Post-Dispatch

Fuente: Hemeroteca St. Louis Post-Dispatch


3. La insólita bandera de la República de Tule

Años 20 del siglo XX.

En un largo territorio paralelo a la costa atlántica de Panamá de 373 kilómetros de longitud se asienta la tribu Guna.

Localización de la actual comarca Guna Yala
Localización de la actual comarca Guna Yala

Esta tribu, tras gozar de cierto grado de autonomía durante el siglo XIX, ve cambiar drásticamente la situación al desgajarse Panamá de Colombia; las nuevas autoridades panameñas revocan la autonomía e intentan «occidentalizar» a los Guna, provocando una espiral de malestar que desembocó en sangrientos enfrentamientos armados, y la proclamación de independencia bajo la denominación de Republica de Tule, una efímera república que englobaba todos los territorios poblados por los Guna.

Todo esto ocurrió en 1925 y finalizó con un tratado de paz que incluía el compromiso de respetar las costumbres de los Guna, y el restablecimiento de la autonomía de la que hoy en día es conocida como la comarca de Guna Yala, o comarca de San Blas.

Pero lo más chocante de todo este episodio que hemos resumido, es la bandera que adoptó la República de Tule.

Prepárense…

¿Ya?

Bandera de la República de Tule
Bandera de la República de Tule

El diseño fue obra de Waga Ebinkili, nieta de un cacique local que colocó una esvástica sobre lo que parece inequívocamente una bandera española.

Por supuesto, nada que ver con el nazismo; Waga tenía once años cuando confeccionó el diseño y la esvástica no simbolizaba más que una planta medicinal sagrada para la tribu. Otras versiones apuntan a que representa un pulpo mitológico, creador del mundo según la cosmogonía ancestral de los Guna.

Esta bandera sigue ondeando en los territorios de los Guna para pasmo y extrañeza de los turistas que se acercan a la paradisíaca comarca de Guna Yala, que no para los locales, que ven en ella un símbolo de unión y orgullo del pueblo Guna, sin asomo de otro tipo de connotaciones que, quizá, sí pueden llegar a sospechar quienes hayan visto artefactos similares en las zonas de ciertos estadios de fútbol españoles ocupados por los sectores más ultras de la afición.

Bandera de la República de Tule
Bandera de la República de Tule
Mural reivindicativo Guna
Mural reivindicativo Guna
Bandera de la República de Tule y de Guna Yala
Banderas de Guna Yala y de Tule

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5 comentarios

  1. Decidle a Remigio de de mi parte que cada palo aguante su vela, ja jaja

  2. Este blog es espectacular, me gustaría hacerles una sugerencia: porqué no montan un canal de Youtube y explican todas estas historias en formato audiovisual? Sería un éxito seguro.

Los comentarios están cerrados.