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El Tsunami de Bahía Lituya

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Autor: El café de la Historia


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El miércoles 9 de julio de 1958, en la costa de Alaska, se produjo una concatenación de desastres naturales cuyo resultado fue la ola más gigantesca jamás registrada por el ser humano.

Desastres naturales en cadena en la Bahía Lituya

A las 22:15 horas se produjo un fortísimo seísmo cuyo epicentro radicó en las inmediaciones de la cordillera Fairweather, situada a unos veinte kilómetros de distancia de la Bahía Lituya.

El temblor se sintió en un radio de 1000 kilómetros y, a consecuencia del mismo, dos minutos más tarde, a las 22:17 horas (siempre hora local), se desprendieron treinta millones de metros cúbicos de tierra y rocas del glaciar Lituya situado en el fondo de la bahía de mismo nombre.

Treinta toneladas que cayeron practicamente en un bloque y desde una altura de 900 metros.

El Megatsunami

Se denomina megatsunami a aquellos tsunamis cuyas olas son de más de cien metros de altura.

Pues bien, el descomunal desprendimiento producido en un extremo de Bahía Lituya (principio de Arquímedes mediante) provocó que se levantara una extraordinaria y gigantesca ola que avanzó por toda la bahía buscando una salida a una velocidad de más de 200 Kilómetros por hora.

Simulación del inicio del tsunami de Lituya - el café de la historia
Simulación del inicio del tsunami (Nasa)

A la violencia del fenómeno hay que sumar que la bahía es una estrecha franja de mar flanqueada por dos colinas así que la ola se dirigió comprimida por las dos laderas avanzando cada vez con más fuerza convertida en una pared de agua de 524 metros de altura.

Bahía Lituya tras el tsunami de 1958
Fotografía tras el evento en el que se pueden apreciar los efectos del tsunami en la vegetación de las montañas
(De D.J. Miller, United States Geological Survey)

La zona de Lituya está ubicada en un parque natural protegido por lo que no hay poblaciones cercanas ni, en principio, debía haber personas en las inmediaciones.

Simulación del tsunami

Pero en el momento del evento catastrófico habían tres pequeños barcos de pesca.

Tres barcos de pesca con dos personas cada uno que tuvieron desigual suerte en el cataclismo.

Los tres barcos

La primera embarcación era el Edrie. A bordo, Howard Uhlrich y su hijo de siete años. Al ver lo que se les venía encima, Howard Uhlrich hizo lo que se debe hacer en el mar cuando te encuentras con grandes olas: encararlas. Y en una mezcla de pericia y mucha suerte encaró aquella pared de agua y el Edrie empezó a subir, a subir y a subir la monumental ola y la jugada le salió bien, sobreviviendo milagrosamente al tsunami sin apenas rasguños.

En el Badger iban dos personas, Vivian y Bill Swanson que se vieron surfeando involuntariamente el tsunami y volando a una altura inconcebible hasta que cayeron al mar, hundiéndose el bote pero siendo rescatados con vida precisamente por el Edrie.

Peor suerte tuvieron el matrimonio Wagner, que iba a bordo del tercer barco, el Sunmore que fueron engullidos por la ola de más de 500 metros falleciendo aplastados al instante.

La altura de la ola se pudo medir con exactitud por el rastro de árboles arrasados que dejó en las laderas que rodean a la bahía y, gracias al impagable testimonio de los cuatro supervivientes, se pudo reconstruir con minuciosidad lo ocurrido aquel fatídico día de verano de 1958.

Paisaje de Bahía Lituya en la actualidad
Paisaje de Bahía Lituya en la actualidad

Extracto del testimonio de Ulrich

«Al no poder soltar el ancla, soltó toda la cadena (unas 40 brazas) y encendió el motor. A mitad de camino entre la cabeza de la bahía y la isla Cenotafio, la ola parecía ser una pared recta de agua, posiblemente de 100 pies de altura, que se extendía de orilla a orilla. La ola rompía cuando llegaba por el lado norte de la isla, pero en el lado sur tenía una cresta suave y uniforme. A medida que se acercaba al Edrie, el frente de la ola parecía muy empinado y de 50 a 75 pies de altura. Antes de que llegara la ola, no se notó ningún descenso ni otra perturbación del agua alrededor del bote, aparte de la vibración debida al terremoto. La cadena del ancla se partió cuando el barco se elevó con la ola. El bote fue llevado hacia y probablemente sobre la costa sur, y luego, en el reflujo, hacia el centro de la bahía. La cresta de la ola parecía tener solo entre 25 y 50 pies de ancho, y la pendiente trasera era menos empinada que la delantera. Después de que la ola gigante pasó, la superficie del agua volvió a su nivel normal, pero estaba muy turbulenta, con mucho chapoteo de una orilla a otra y con olas pronunciadas y agudas de hasta 20 pies de altura. Estas olas, sin embargo, no mostraron ningún movimiento definido ni hacia la cabeza ni hacia la boca de la bahía. Después de 25 a 30 minutos, la bahía se calmó, aunque los troncos flotantes cubrían el agua cerca de las costas y se alejaban hacia el centro y la entrada. Después de que pasó la primera ola gigante, Ulrich logró mantener el bote bajo control y salió por la entrada a las 11:00 p.m. en lo que parecía ser un flujo de reflujo normal.»

Extracto del testimonio de Swanson

«El Sr. y la Sra. Swanson en el Badger entraron en la bahía de Lituya alrededor de las 9:00 p. m., primero llegaron hasta la isla Cenotafio y luego regresaron a Anchorage Cove en la costa norte cerca de la entrada, para anclar en unas 4 brazas de agua. El Sr. Swanson fue despertado por una violenta vibración del bote y anotó la hora en el reloj en la cabina del piloto. Un poco más de un minuto después de que se sintiera el temblor por primera vez, pero probablemente antes del final del terremoto, Swanson miró hacia la cabeza de la bahía, más allá del extremo norte de la Isla Cenotafio y vio lo que pensó que era el Glaciar Lituya, que se había «elevado en el aire y se movió hacia adelante para que estuviera a la vista. Parecía ser sólido, pero estaba saltando y temblando Grandes trozos de hielo caían de su superficie y caían al agua». Después de un rato, «el glaciar volvió a perderse de vista y había una gran pared de agua pasando por el punto» (el espolón al suroeste de Gilbert Inlet). Swanson luego notó que la ola subía en la costa sur cerca de Mudslide Creek. Cuando la ola pasó por la Isla Cenotafio, parecía tener unos 50 pies de altura cerca del centro de la bahía y ascender hacia los lados. Pasó la isla aproximadamente 2 minutos y medio después de que se avistó por primera vez y llegó al Badger aproximadamente 1 minuto después. No se notó ningún descenso ni ninguna otra perturbación del agua alrededor del bote antes de que llegara la ola.

El Badger, todavía anclado, fue levantado por la ola y llevado a través de la bahía, navegando con la popa primero justo debajo de la cresta de la ola, como una tabla de surf. Swanson miró hacia abajo a los árboles que crecían en la ladera y cree que estaba aproximadamente a 2 esloras de bote (más de 80 pies) por encima de sus copas. La cresta de la ola rompió justo fuera de la lengua y el barco tocó fondo y se hundió a cierta distancia de la orilla. Mirando hacia atrás, 3 o 4 minutos después de que el bote tocó fondo, Swanson vio que el agua arrastranba troncos y otros desechos. No sabe si esto fue una continuación de la ola que llevó el bote sobre la montaña o una segunda ola. El Sr. y la Sra. Swanson abandonaron su bote en un bote pequeño y fueron recogidos por otro bote de pesca unas 2 horas después.»

Vídeo resumen de la hazaña de Ulrich

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