Si es usted de los que creían que el fútbol siempre fue ese deporte ordenado y civilizado (o algo así), lleno de reglas que «protegen» el juego de los excesos de pasión, piénselo de nuevo. Antes de que existiera esa gloriosa cartulina roja que hace que jugadores, entrenadores y aficiones enteras se lleven las manos a la cabeza mientras mencionan a la parentela del árbitro, el fútbol era, digamos, un poquito más caótico.
La tarjeta roja, ese pequeño rectángulo de poder que cambia partidos, historias y vidas, no siempre estuvo presente. Su invención es una historia de ingenio y algo de casualidad.
Historia de la tarjeta roja: antes de ella, caos absoluto
Para entender cómo llegamos a este punto, tenemos que remontarnos a la prehistoria del fútbol, ese periodo oscuro y salvaje en el que las reglas eran apenas una sugerencia y los árbitros -cuando los había- no tenían más herramientas que su voz. Durante décadas, las expulsiones eran algo así como «oiga, mejor salga del campo, por favor», y si el jugador decidía ignorar la petición, pues… seguía jugando como si nada.
Esto ocurría más a menudo de lo que hoy en día nos podemos imaginar, era como intentar meter en vereda a un niño travieso sin tener ni un caramelo ni una amenaza creíble.
Los árbitros tenían que explicar verbalmente sus decisiones en medio del bullicio del estadio. Y claro, imagínate explicar en sueco a un defensa croata de los años 60 que estaba siendo expulsado.
La cosa no funcionaba.
El detonante: Inglaterra 1966
El mundial de 1966, celebrado en Inglaterra, fue el escenario donde todo cambió. En un partido entre Inglaterra y Argentina, el árbitro alemán Rudolf Kreitlein expulsó al capitán argentino, Antonio Rattín. Pero aquí viene lo divertido: nadie entendía nada. Rattín no hablaba inglés, Kreitlein no hablaba español, y el caos se apoderó del partido. El capitán argentino se negó a abandonar el campo durante varios minutos, mientras miles de espectadores miraban confusos.
Al final, Rattín se fue, pero el incidente dejó claro que algo tenía que cambiar.

La iluminación de Ken Aston
Ken Aston, un árbitro y miembro del comité de arbitraje de la FIFA, presenció el desorden en aquel partido. Aston era un hombre con una capacidad innata para resolver problemas (y para tropezar con soluciones brillantes de manera fortuita).
Mientras conducía por las calles de Londres después del partido, tuvo una especie de epifanía. Observó un semáforo cambiar de amarillo a rojo, y pensó: «¡Eureka! Amarillo para advertir y rojo para detener». Así, en un instante, nació el concepto de las tarjetas de advertencia y expulsión.

El debut oficial
La FIFA adoptó la idea de Aston y las tarjetas debutaron oficialmente en el Mundial de 1970 en México. Por primera vez, los jugadores, entrenadores y aficionados tenían una señal visual clara e inequívoca de las decisiones arbitrales. Las tarjetas, pequeñas y portátiles, revolucionaron el juego, eliminando gran parte de la confusión que rodeaba a las amonestaciones y expulsiones.
Curiosamente, en ese Mundial de 1970 no se mostró ni una sola tarjeta roja.
¿Fue porque los jugadores se portaron de maravilla o porque ningún árbitro quiso pasar a la historia por ser el primero en estrenar la infame cartulina roja?
Nunca lo sabremos.
La tarjeta roja como icono cultural
Con el tiempo, la tarjeta roja se convirtió en mucho más que una simple herramienta reglamentaria. Es un símbolo universal de desaprobación y autoridad. Ha inspirado memes, chistes y debates interminables.
En los estadios, una tarjeta roja puede transformar a un jugador en héroe o villano en cuestión de segundos. Es, en esencia, un recordatorio de que incluso los dioses del fútbol son humanos (y pueden ser castigados y expulsados del paraíso).
Entre las tarjetas rojas más recordadas de la historia del fútbol destaca, sin duda, la de Zinedine Zidane en la final del Mundial de 2006 por su famoso cabezazo a Marco Materazzi, una despedida tan épica como inexplicable.

También es imposible olvidar la expulsión de David Beckham contra Argentina en Francia 98, que le costó una crucifixión mediática en Inglaterra.

Otra joya fue la de Luis Suárez en 2010, que no fue por morder (esta vez), sino por una mano “salvadora” en la línea ante Ghana, que terminó siendo celebrada casi como un gol.

Y por supuesto, uno de los partidos internacionales más indignos y vergonzosos que se recuerdan, la conocida como “Batalla de Núremberg” en 2006 entre Portugal y Holanda, donde se repartieron tarjetas rojas como si fueran flyers de discoteca: cuatro expulsados y un récord de 16 amarillas.

Curiosidades sobre la tarjeta roja
- Colores universales: Ken Aston eligió el rojo y amarillo porque son colores reconocidos universalmente como señales de advertencia y peligro. Y funcionó: no importa si estás en un estadio en Tokio o en Buenos Aires, todos entienden lo que significa.
- Primera roja oficial: La primera tarjeta roja en un Mundial fue mostrada en 1974 al chileno Carlos Caszely. Un momento histórico para el fútbol y, probablemente, un mal día para Caszely.
- El país más «rojizo»: Uruguay tiene el dudoso honor de ser el país con más tarjetas rojas en la historia de los Mundiales. La pasión charrúa a veces se pasa de la raya.
- Múltiples expulsiones: Aunque una tarjeta roja ya es dramática de por sí, hay partidos que se convierten en verdaderos espectáculos de expulsiones. Sin ir más lejos, un ejemplo es el anteriormente mencionado infame partido entre Portugal y Holanda en el Mundial de 2006, conocido como «La Batalla de Núremberg», donde se mostraron cuatro rojas.
Ranking en positivo
¿Y cuáles son los equipos nacionales menos sancionados en la historia de los mundiales?
Puesto | País | Número de tarjetas rojas | Curiosidad |
---|---|---|---|
1 | Inglaterra | 3 | Más preocupados de discutir con el árbitro que de pegarle a un rival. |
2 | Alemania | 4 | Disciplina bávara al servicio del Mundial, aunque a veces se les va la mano. |
3 | España | 5 | Mucho toque, mucha posesión… y poca mala leche. |
4 | Brasil | 6 | Samba, goles y, solo de vez en cuando, una patadita desubicada. |
5 | Italia | 8 | «Catenaccio» defensivo sí, pero expulsiones, las justitas. |
Notas importantes:
- Algunos países como Japón o Corea del Sur también tienen registros muy bajos de rojas, pero han participado en menos ediciones, por lo que la estadística es menos representativa.
- Las cifras pueden oscilar ligeramente si se consideran expulsiones por doble amarilla versus roja directa, pero en términos generales el ranking se mantiene estable.
- El «honor» de país más «rojizo» en los Mundiales suele recaer en Uruguay, como ya comentamos antes, con unas estadísticas de expulsiones de récord mundial.
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Fuentes consultadas
FIFA – Historia oficial de las Reglas de Juego
https://www.fifa.com/about-fifa/ifab/laws-of-the-game/history
BBC Sport – How red and yellow cards were invented https://www.bbc.com/sport/football/53950433
The Guardian – The day Ken Aston invented the red and yellow cards
https://www.theguardian.com/football/blog/2010/jun/15/ken-aston-yellow-red-cards
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EL AUTOR
Fernando Muñiz
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.

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