El café de la historia - Anécdotas 3

Cóctel de anécdotas históricas # 3

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Autor: El café de la Historia


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1. La insólita coincidencia del matrimonio Cummins

El caso del matrimonio compuesto por Ralph y Carolyn Cummins es una de esas casualidades asombrosas:

El matrimonio tuvo cinco hijos que nacieron un 20 de febrero, pero no se trata de quintillizos, sino de nacimientos en distintos años: Catherine, en 1952; Carol, en 1953; Charles, en 1956; Claudia, en 1961, y Cecilia, en 1966.

Un milagro de exactitud que les ha valido entrar por la puerta grande en el Libro Guinness de los Récords, que calculó que la probabilidad exacta de que cinco hermanos no gemelos tengan la misma fecha de nacimiento es de 1 contra 17.797.577.730, un número que casi triplica la actual población mundial.

Cada año, en casa de la familia Cummings de Virginia, EEUU, se celebra el 20 de febrero por todo lo alto, acudiendo multitud de curiosos a la celebración en la que, inevitablemente, año tras año, el padre de familia ha de explicar su teoría acerca del insólito hecho que, según él, se debe a que en junio el matrimonio celebra su aniversario de bodas, él se sentía más «cariñoso» de lo habitual y zas, nueve meses después, nacimiento de un nuevo miembro de la familia.

Y, siempre, hay en la casa un ejemplar del Libro Guinness que acredita el hecho, para convencer a cualquier escéptico que no acaba de creerse la quíntuple coincidencia del 20 de febrero.

La familia Cummins
Si no les salen las cuentas es porque en la familia hay dos hijos más que no nacieron el 20 de febrero

2. Wagner y el número 13

Sin lugar a dudas, la vida del compositor Richard Wagner (1813-1883) estuvo marcada por la sombra del numero 13.

El genio alemán nació en el año 1813, la suma de las letras de su nombre y apellido dan como resultado 13, y los números de su año de nacimiento (1+8+1+3) suman 13.

Se sintió atraído por la música un 13 de octubre.

Sufrió un destierro de 13 años.

Compuso 13 operas, terminando una de las mas famosas, Tannhäuser, un 13 de abril.

Tannhäuser fue estrenada en Paris el 13 de marzo de 1845, estuvo cincuenta años sin ser repuesta hasta el día 13 de mayo de 1895.

Su primera actuación al frente de una orquesta se produjo en la capital de Letonia, Riga, en un teatro inaugurado un 13 de septiembre.

Se fue a vivir a la ciudad bávara de Bayeuth a una casa que alquiló un 13 de agosto y abandonó un 13 de septiembre.

Su suegro, Franz Liszt, lo visito por ultima vez el 13 de enero de 1883.

Richard Wagner

A modo de traca final y como no podía ser menos, Wagner falleció de un infarto de miocardio el 13 de febrero de aquel mismo año. Un año 1883 en el que, por cierto, se conmemoraba el decimotercer aniversario de la unificación nacional alemana de Bismarck de 1870 que pocos meses después daría como resultado el Segundo Reich.

3. El Titanic, el Titán y el Olympic

El archiconocido Titanic, aquel monstruo insumergible que se sumergió en su primera travesía, fue construido a semejanza de un barco gemelo, aunque algo más pequeño, llamado Olympic.

Buque Olympic
El buque Olympic

Al poco de ser botado, en su sexta travesía oficial, el Olympic chocó con el crucero de guerra británico HMS Hawke y aunque no se produjeron heridos, tuvo que ser llevado urgentemente de vuelta a los astilleros de Belfast para su reparación.

El Olympic tras la colisión
El Olympic tras la colisión

Morgan Robertson

Morgan Robertson (30 de septiembre de 1861 – 24 de marzo de 1915) fue un oficial de marina mercante estadounidense, además de escritor.

Vale la pena detenerse un momento en ciertos aspectos llamativos de este caballero que lo acercan a legendarias figuras de la talla de Nostradamus o Julio Verne.

Morgan Robertson
Morgan Robertson

Veamos…

En 1905 publica «El submarino destructor», novela en la que describe por primera vez un periscopio.

En 1914 publica un relato llamado «Bajo el espectro», en el que pronostica una guerra entre el Imperio japonés y Estados Unidos con llamativas descripciones de un ataque -sin previa declaración de guerra- a gran escala por parte de los nipones con «máquinas voladoras», en un momento (1914) en que la aviación con fines militares estaba en sus albores, y ni se soñaba con poder perpetrar ataques destructivos masivos con aviones a objetivos terrestres o marítimos.

Una descripción de un ataque nipón una mañana de domingo de diciembre asombrosamente parecido a lo que pasaría en Pearl Harbor otra mañana de domingo de diciembre, pero de veintisiete años más tarde.

La novela Futilidad o El naufragio del Titán


Pero nos vamos a centrar en su novela Futilidad, escrita en 1898 (hablamos de catorce años antes del famoso accidente del Titanic) en la que se narraba el hundimiento del buque transoceánico de lujo Titán, calificado de insumergible, al chocar contra un iceberg en aguas del Atlántico, una noche de abril. Una noche de abril… como el Titanic en 1912.

En la novela, de manera similar a como pasaría con el Titanic años después, la ineficacia de los planes de salvamento, la carencia de un número suficiente de botes salvavidas y la extrema frialdad del agua hacen perecer a todos los viajeros.

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